LA GRAN OPORTUNIDAD

NO HAY VIENTO FAVORABLE PARA QUIEN NO SABE ADONDE VA

Ahora que todo se hunde, que perdemos soberanía, hemos descubierto que la especulación también puede usarse para someter a los estados que se creían democráticos. Los mercados han diseñado sus ataques para que paguemos la deuda soberana al mas alto interés. Ahora, que con Wikileaks, hemos descubierto sin embagues que todo es mentira, empezamos a asumir verdades que hace dos años hubiéramos pronunciado en voz baja para no ser tachados de locos o extremistas radicales. Ahora que las teorías conspiratorias han dejado de ser teorías y abofetean nuestra ingenuidad. Es la hora de nombrar a todos los parásitos del mundo. La hora de luchar y trabajar por todo aquello que mil veces dejamos para mañana. Ahora que todo se derrumba, es la hora de empezar la construcción de un nuevo mundo, pasar de la candidez a la subversión. Es la hora de elegir entre ser ovejas derrotistas, carne de matadero, o elegir ser manada indómita.
Alguien dijo una vez "No nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones". Hemos olvidado muchas cosas, pero la llamada refundación de la izquierda necesita de este espíritu. Pero ¿cómo entender la lucha de clases cuando los trabajadores están siendo sustituidos por máquinas o robots, cuando están divididos en naciones?
A pesar de todo, no estamos perdidos. Sabemos adonde no queremos ir. Y eso ya es mucho.

Sin embargo ¿adónde dirigirse? Tenemos la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Eso nos puede dar mucho en lo que ocuparnos. Pero ¿qué nuevo modelo económico proponer?
No es necesario inventar demasiado porque ya está en marcha. Frente al modelo de Mercado Total neoliberal, sin control ni responsabilidad, existe algo mas que una tendencia tan revolucionaria como eficiente. El sofware y conocimiento libre ha demostrado ser un modelo económico en si mismo, orientado a la producción de riqueza e inmunizado contra la especulación, adoptado por países como China o Rusia. No estamos hablando por tanto de un modelo testimonial, sino de algo que preocupa seriamente a muchas multinacionales. Por otro lado el cambio climático exige tener en cuenta todos los costes que hasta ahora, escondidos bajo el eufemismo de externalidades, han diezmado los recursos naturales. Los cambios no solo son necesarios. Tienen que además, ser posibles. Y esto nos deja poco margen de actuación.
Necesitamos modelos económicos enfocados a la producción de riqueza, al respeto y la recuperación del medio natural, que respeten las soberanías individuales y colectivas, que restituyan el patrimonio público y común y lo blinden frente a especulaciones. El modelo económico del conocimiento libre, reúne en buena parte aquello que necesitamos: producción de riqueza común y pública, blindaje frente a la especulación y compatibilidad con el modelo económico actual. Así pues, no necesitamos esperar.

Con un país con mas de cuatro millones y medio de parados, con las prestaciones por desempleo llegando a su fin se asoma una inmensa marea de desesperación, de gentes previsibles que consumieron cuando lo dijo el sistema, porque el consumo era el motor de la economía. Dispuestos a trabajar pero abandonados a su suerte...
Puede que sea necesario algo mas que atiborrarnos de Gran Hermano para calmar tanta desolación. Puede que desde estos inocentes blogs surjan ideas para cambiar el mundo.
Detrás de esta gran crisis mundial duerme una gran oportunidad. Los gobiernos la dejaron pasar y ahora son súbditos de los mercados. Nosotros no podemos hacer lo mismo.