PALABRAS PRESTADAS
>> 30/10/10
Me he quedado sin palabras ante los últimos sucesos acaecidos en el Sahara Occidental. Por más que intento escribir algo, no puedo porque el dolor, la impotencia y la incertidumbre me invaden. Por eso, me he permitido la licencia de tomar prestadas las palabras de un poeta de la Generación de la Amistad Saharaui.
Ali Salem Iselmu forma parte de los hijos de las nubes, los ulad el mizna, dueños del sol y del viento.
Escuchemos su voz.
CULPABLE ( poema dedicado a Nayem El Garhi)
La voz inocente de un niño,
es culpable de la muerte,
culpable del odio de los verdugos
de la ausencia de su ciudad.
Culpable que entierren
su voz para siempre
ante el silencio cómplice
de la indiferencia.
Dirán que la bala
atravesó su cuerpo,
atravesó su alma
y desgarró su corazón.
Una vez más
culparan a su madre,
a su hermano
a sus amigos.
Y al final,
los vasallos
encerrados en la ignominia
del delito
culparan al niño saharaui,
de su muerte.
Ali Salem Iselmu, poeta y escritor saharaui.
Hoy se cumple el centenario de Miguel Hernández, el poeta de Orihuela, el poeta prohibido, proscrito en las antologías y libros de texto de mis tiempos de estudiante.
Recuerdo que en uno de mis viajes a la Hamada fui a visitar una nueva escuela situada a pocos metros de la haima de mi familia.
El director me mostró, muy orgulloso, un libro de lectura confeccionado en los mismos Campamentos. ¿Qué le voy a hacer? He sido maestra muchos años y no pude resistir la tentación de hojearlo.
Los primeros textos me sorprendieron por su ingenuidad y por su clara intención de inculcar hábitos de higiene en los pequeños escolares. De pronto me topé con unos versos que me estremecieron, no por desconocidos, sino por encontrarlos en aquel lugar olvidado del mundo, entre el cielo y la nada, rodeada de sonrisas y miradas pícaras.
Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.
Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encimas de los fusiles
y en medio de las batallas.
Comencé a recitarlos coreada por una bandada de niños que no sé si comprendieron el terrible significado premonitorio de estos vientos del pueblo que nos llevan por caminos angostos y difíciles.
Hoy escucho más fuerte que nunca la canción de los ruiseñores que siguen, como antes, como siempre, glosando a la VIDA, a la LIBERTAD y a la DIGNIDAD.
16 comentaris:
Muy bien hilado. Como siempre, tu escrito es emotivo y, limpio y claro.
El poema de Miguel viene al pelo para tantas injusticias que producen muerte, como ocurre con la del pueblo saharaui. Miguel Hernández, sin duda, estaría con Aminetu, entregado a esa causa justa.
Besos.
Salud y República
Muy emotiva entrada. Nuevamente la poesía nos sirve para la esperanza y la resistencia, la denuncia y la reflexión.
El dolor que sentimos por hechos inhumanos deben servir para hacernos más fuertes y sólidos en nuestros convencimientos para mejorar como seres diferentes a lo humano, pues este último término ya no nos es suficiente, lo humano es demasiado frágil.
Hay sentencias filosóficas que no pueden entenderse aún, como aquella que decía Nietzsche, "El fin no es la "humanidad" sino el superhombre, ser indiferente a la pelea, elevándose con la creatividad y despreciando la muerte inútil. "...cantando espero a la muerte".
Hacemos de la muerte algo cotidiano, normal y a veces heróico.
Tiene sentido morir así?
saludos
Preciosas palabras aunque sean prestadas, salen del corazón de quien las escribió y del tuyo.Un petonet.
Es una entrada muy bella.
Bicos
emotiva y hasta dolorosa, por tantos como han muerto en su lucha por la libertad. Descasen en paz.
Querida amiga, primero te diré que me ha impactado vivamente el poema de Ali Salem Iselmu, que no conocía. Efectivamente, culpan al niño de su muerte... La evidencia, la certeza de la perversión me desarman. Cuando vuelvan a matar a un niño van a volver a culparlo. Y nosotros que lo sabemos recordaremos el poema y sabremos que cierta forma de perversión siempre recurre a las mismas mentiras. Y que hay gente que siempre va a creerles, o va a decir que les cree, aunque no los crea. Porque la mentira se alimenta de mentiras para perpetuarse.
Claro, como dice Rafa, lo atas perfectamente con el homenaje a otro poeta, a nuestro M.H. ¿Sabes que murió con los ojos abiertos? Algunos dicen que era por no sé qué enfermedad extraña. Yo sé que murió con la cabeza muy alta sin dejar de mirar a quienes le habían matado, señalándolos, perdonándolos probablemente, pero sin dejar de mirarlos. Por eso es conveniente que nosotros nunca dejemos de mirar tampoco, ni a unos, los de ahí, los que mataron al niño, ni a los de aquí, a los que siguen matando verdades cada día.
Ah, y otra cosa. Grito de Lobos nunca había recibido poemas, nuestros artículos eran más directos y punzantes. Qué casualidad que ahora nos rodeemos de tantos poemas, como si ya sólo desde el lamento pudiera pintarse el mundo triste que habitamos.
Cuando los crímenes se gestan desde el poder, las víctimas se convierten en culpables de su propia muerte.
Es una mentira que funciona a pesar de su irracionalidad manifiesta porque es la respuesta que deseamos oír desde la indiferencia.
Sólo siento tristeza al leerte y cierto sentido de inutilidad humana. Hay que seguir, claro. No sé me he quedado aturdida.
Un beso
Bueno, estos cínicos, desde el cinismo, tienen razón… Si le han dicho a la gente que si reclaman su libertad los eliminan, la cosa está clara: El culpable es el que no ha obedecido la orden… ¡Qué forma de manipular tiene el poder en todos lados!
Hablando de Miguel, que con razón fue llamado el poeta del pueblo, estos versos son una realidad en muchos lugares y el martillo no parece capaz de romper la cadena.
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Rafa, sin duda el poeta de Orihuela estaría con los oprimidos.
Jordi, tengo la teoría de que, al final. son los poetas los que tienen la razón.
Txema, la muerte nunca tiene sentido. Un niño con toda la vida por delante. Sin embargo los saharauis son fatalistas, creen que lo que ha de ser, será.
"Todos vamos a morir qué mejor que hacerlo luchando por una causa en la que crees?" me comentó en una ocasión un buen amigo saharaui.
Geni, en medio de tanta información y contrainformación sólo podía pensar en la madre de este crío y preguntarme cómo se puede soportar algo así.
Dilaida, las palabras de los poetas que lo son, siempre son bellas.
Ana, cuando has convivido con este pueblo amable, pacífico hospitalario, pueblo de poetas, se siente un gran dolor al ver todo lo que les ocurre.
Eastriver, esa es la perversión suprema, la del "algo habrá hecho" "¿Qué hacía allí?" etc.
Marruecos lleva muchos años con esa táctica: convierte a las víctimas en verdugos y a los muertos en culpables.
No sé si vivimos en tristes tiempos, difíciles sí, mucho. La lucidez de la poesís intemporal como la de Miguel Hernández nos ayuda a comprender que no hay nada nuevo bajo el sol. Que todo lo que ocurre, ha ocurrido ya.
María, como si el tiempo se hbiera detenido o entrado en un bucle en el que las injusticias son nuevas y viejas, a la vez.
Camino, cuando el terrorismo lo practica el Poder, se convierte en justicia.
Ataúlfa, es exactamente lo que nos ha ocurrido a todos, lo que me ocurrió a mi cuando conocí el drama de este pueblo olvidado. Hay que seguir, resurgir de las cenizas de la pena y seguir luchando.
Antonio, el ejercicio de cinismo lo realizan en mayor o menor medida todos los gobiernos. La vieja táctica del palo y la zanahoria sigue vigente en todas partes. En marruecos con más palo que zanahoria.
Os doy las gracias por vuestros amables comentarios y os envio un fuerte abrazo solidario.
Me encantó el poema del saharaui Ali Salem Iselmu. Me gustó el quiebro y el enlace con Miguel Hernández.
Está clarísimo que se puede gritar desde la poesía, quizás con mucha más fuerza, que la poesía no muere y abarca sentimientos universales.
Preciosa la entrada, Antonia.
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