CALDO DE CULTIVO DEL MAL
>> 10/4/10
Somos muchos los que vemos, con una mezcla de profunda preocupación, no exenta de asombro, el paulatino avance de la extrema derecha en Europa, tanto en el este como en el oeste, lo mismo en unas elecciones generales, en unas comarcales, regionales o locales.
Y, sin embargo, a poco que nos molestáramos un en recordar la historia, llegaríamos a la conclusión de que, en estos últimos años, se ha ido preparando un caldo de cultivo que permite que hoy percibamos el avance de partidos que recuerdan a los fascistas y nazis de tiempos pretéritos que, justo es decirlo, jamás pensábamos que podrían retornar.
Evidentemente, no se trata de organizaciones, salvo minorías folclóricas aunque, eso sí, muy violentas y peligrosas, que reproduzcan miméticamente el discurso hitleriano y toda su parafernalia. Al menos por ahora.
Pero, el fondo, es el mismo. Han cambiado el objetivo, la víctima: ayer era el judío y hoy es el inmigrante; ayer era la preservación de la raza aria y hoy es la salvaguarda de los valores occidentales en riesgo. Ayer había que lograr más espacio vital y hoy debemos empezar a arrojar a los inmigrantes fuera de nuestros países.
¿Cómo es posible haber llegado a esta situación? No es tan difícil la respuesta o, mejor dicho, las respuestas porque, evidentemente, hay más de una.
En los últimos años ha se ha venido generando una crisis, cada vez más clara por la presencia de inmigrantes en los países europeos. Algunos llevan ya mucho sumidos en ese problema. Como es el caso de Francia y Alemania y otros, como Italia y España se han incorporado más tarde pero con igual problemática.
Además, durante los últimos dos años, se ha venido a sumar un enemigo terrible: la crisis económica que deja en el desempleo a millones de ciudadanos en toda Europa con la consiguiente desesperación y, sobre todo, miedo.
Recordemos un hecho que aparentemente no tiene mucha relación con lo que se plantea ahora. La República de Weimar, precedente democrático del nacional socialismo. Muchos se preguntan cómo fue posible que eso pasara en la culta y preparada Alemania donde los trabajadores estaban muy bien organizados.
La situación era entonces (1929-1933) en Alemania muy similar a la que se viven ahora. Crisis de 1929, desconfianza en los partidos del sistema (como lo llamaban los nazis), presencia de un enemigo interno (judío), perdida de valores del Volk y presencia indeseable de todo tipo de untermenschen y degenerados.
Qué tenemos hoy según las organizaciones derechistas extremas? Inmigración incontrolada que quita empleo a los nacionales, camas en los hospitales y puestos en las guarderías y colegios públicos que, a su vez, pierden calidad por su presencia. Además son los causantes de la mayor parte de los delitos y de la inseguridad ciudadana.
Perdida de valores: ya no hay respeto por nada ni por nadie. Los jóvenes se emborrachan en los botellones de fin de semana y son la generación ni-ni. Esto ocasiona que se dedique a la drogadicción y al delito. Se quiere cambiar la Ley del Menor y bajar la responsabilidad ¡a los 12 años!
Y por último no hay que olvidar a los homosexuales, lesbianas, bisexuales, pacifistas, ecologistas, etc. y todos los anti-sistema que con sus posiciones degeneradas devalúan la sociedad y hacen que pierda virilidad y fortaleza.
Todo esto, bien aprovechado por algún avispado populista, envuelto en el papel de celofán de la Constitución, la vuelta al respeto, a la tradición, nos lleva directamente y paso a paso a la derechización extrema de la sociedad.
Se piden ya cadenas perpetuas, pena de muerte para determinados delitos, mano dura con los inmigrantes y, en resumen, recorte de las libertades individuales y colectivas.
Y se sienta en el banquillo de los acusados a quienes pretenden investigar, sólo investigar, los crímenes del franquismo.
Puede parecer que exagero pero lo mismo pensaron muchos alemanes y cuando quisieron reaccionar fue tarde. Weimar no está tan lejos y si lo olvidamos estamos condenados a que se repita.
23 comentaris:
Denso, preciso y bien escrito. Estoy de acuerdo en mucho de lo que dices, Txema. En casi todo. No podía ser de otro modo. Estoy de acuerdo en toda esa valoración del caldo de cultivo que explica la efectiva reaparición de grupos de extrema derecha. Estoy de acuerdo en manifestar una preocupación muy viva frente a ello (más que preocupación, te juro que a veces tiemblo). Estoy de acuerdo en los otros análisis que vas haciendo: crisis económica, inmigración, pérdida de valores, etc. Y finalmente ese paralelismo que trazas con la Alemania de la preguerra. ¿La República de Weimar se inició en 1929? No lo recordaba pero parece sintomático, por todo lo de la crisis del 29, el crack y todo eso.
Diferimos en cuestión de matices. Para mí la única forma de prevenir esos males que nos asustan consiste en intentar que no se llegue a ese extremo. Pienso que es necesario un control efectivo de todos y cada uno de los factores que comentas, ser muy serio en esos temas, que nadie nunca pueda pensar que se permite a los de fuera lo que no se permite a los de aqui (a fin de evitar esa rabia que va creciendo), hacer que toda la cuestión social sea fruto de un orden y un rigor absolutos. No servirá de nada lamentarnos de cómo está evolucionando todo: lo único que es efectivo es luchar para que no ocurra.
(Sigo)
Y luchar para que no ocurra significa no dar motivos ni a unos ni a otros para que se encienda la mecha. Sé que es un punto de vista polémico pero en serio que pienso que es el único camino. He visto calles de mi ciudad en que los domingos, prohibido para todos, los inmigrantes tenían sus tiendas abiertas. Se toleraba. Pues eso pienso que es malo: lo único que se logra es que lo de aquí vayan acumulando motivos de odio. Esto es solo un ejemplo, poco importante, pero creo que claro de lo que quiero decir.
Por lo demás, totalmente de acuerdo contigo. Y la divergencia que pueda surgir en estas entradas siempre es productiva, pienso, porque enriquece el debate y los planteamientos de cada uno. Un abrazo.
Pienso como dice Ramón que las normas o leyes han de ser para todos y no hacer la vista gorda a unos, perjudicando a los otrso, Por otro lado el avance de la derecha es aplastante por lo que me temo lo peor en este país en las próximas eleciones, miedo me dan.
El problema, desgraciadamente, no está solamente en España.
Yo agregaría a lo que reflejas en tu excelente artículo y a lo que añaden los comentaristas anteriores, que en este mundo mediocre, donde el interés es el egoísmo puro, es fácil remover conciencias, reorientar principios y dirigir a las pasivas masas; es decir, si cuestiono tus intereses saltas por encima de todo y eres capaz de sumarte y subirte al carro más rocambolesco que pueda presentarse.
El movimiento al que aludes se nutre del pasotismo, de la desidia del pueblo conformista y sumiso si le garantizas su bienestar, de la mediocridad ideológica.
La masa o mayoría de la gente se deja llevar por el espíritu de los tiempos, a lo que llamaron los hegelianos Zeitgeist, y se acoplan a ello cambiando o adaptando sus principios morales y éticos en función de los intereses del grupo. Es una dilución de responsabilidades colectivas en que la culpa no es mía sino de todos y se hace lo que los jefes dicen. Estamos ante un conjunto de personas desidealizadas, como ya comenté.
El problema, bajo mi punto de vista, es que todas las tendencias coinciden en la vida y la sociedad, que mediante este espíritu de los tiempos, valida las más adecuadas. Lo que hoy tiene sentido, mañana no lo tiene. Este es el peligro, que el discurso xenófobo arraigue en la gente sencilla.
La cuestión está, según mi creencia, en sembrar y potenciar las ideas que garanticen el sostenimiento de los principios éticos y morales de una sociedad justa. Eso se hace mediante la comunicación, básicamente. Se comunica con la palabra y con los hechos (al decir hechos me refiero, entre otros, a los que comenta Ramón), sembrando el espíritu de la igualdad universal y de la preponderancia del ser humano, como tal, sobre cualquier otra apreciación.
El mensaje, en este sentido, ha de ser claro y simple, racional y razonado para que la gente lo entienda mediante la introyección, la asimilación interna, en contraposición al discurso xenófobo y racista que se va extendiendo, y no sea la visceralidad y la emotividad del impulso irracional lo que dirija sus actitudes y conductas. La centralización ideológica y política es una alternativa que maneja la extrema derecha y/o los grupos neonazis como elemento de identidad. Su objetivo final es la preponderancia de la idea única y el culto al salvador del subyugado pueblo. O lo que es lo mismo: “El señor es mi pastor”.
Ante esto, amigo Txema, también ha de actuar la ley, para no permitir actos basados en ideas incosntitucionales y antidemocráticas.
Un abrazo
Querido Txema, comparto tu análisis y como bien sabes, estoy profundamente preocupada.
Claro que sabemos que hay que actuar, desde la razón, desde la ley, desde la norma constitucional.
Pero todo es reformable, incluso la gran norma. Las voces de ahora que piden cadena perpetua, que piden endurecimiento de las normas contra la inmigración... ya empiezan a tomar cuerpo. Tan solo hay que pensar en la ley de la vergüenza en relación con la inmigración europea...
Sigo pensando que la izquierda debe ordenar su voz y hacerla más visible. Creo que ahí hay todo un trabajo por hacer. Ahora más que nunca.
El caso Garzón, es decir el que organizaciones fascistas y xenófobas como Manos limpias puedan sentar en el banquillo a alguién por el mero hecho de intentar investigar los crímenes franquistas, ya es tal esperpento que da pavor.
Si creo que todos estamos muy preocupados.
Me ha gustado tu entrada.
Buen fin de semana.
Un beso
A mí sobre todo me gustaría que llegase el día en que todos dejásemos de hablar y pensar en términos partidistas, derechas e izquierdas. Creo que es algo que no está bien, que hace que se cometan muchas injusticias, que algunos recibían simpatías o antipatías por la simple razón de ser de izquierdas o de derechas. Es una carga muy pesada que nos han puesto encima, ya no sé quién, pero creo que así nunca conseguiremos librarnos de estos políticos chupacuartos. Hay hombres y mujeres competentes y hombres y mujeres incompetentes. Hombres y mujeres trabajadores y hombres y mujeres que les cuesta dar un palo al agua. En general, creo que lo más abunda es la gente que no quiere trabajar.
(Sigo)
Yo creo que hay que pensar bien de los tribunales. En el momento que cale en la gente que los tribunales no funcionan, que los jueces no hacen bien su trabajo, que son unos vendidos, unos pringados, etc, entonces sí que correremos peligro de que aquí pueda pasar algo grave.
Yo prefiero pensar bien de los tribunales y más del Tribunal Supremo. Pienso que si el juez que instruye el caso del juez Garzón ha decidio abrir juicio contra él no es por nada de izquierdas o derechas sino porque ha encontrado indicios de criminalidad en alguna actuación del juez Garzón.
Creo que lo mejor de una democracia es que una minoría, como pueden ser los que hoy en día tienen una ideología ultraderechista (estos de Manos Limpias, que dicen que son de Falange), puedan tener también sus derechos.
Y a mí me gustaría vivir en una sociedad en que los jueces sean independientes. Y que si un juez tiene ideas de izquierdas y le llega una denuncia o querella de una asociación de derechas no la archive por venir la denuncia de una asociación contraria a sus ideas, sino que cumpla la ley y vea si efectivamente la denuncia es fundada o no.
Prefiero pensar que el juez instructor del caso Garzón es un buen juez. Me cuesta creer, de verdad, que este juez se haya saltado la ley y haya dado curso a una denuncia sin pies ni cabeza.
Además, debemos felicitarnos todos de que un juez tan importante como Garzón pueda sentarse en el banquillo de los acusados. ¡Esto significa que nuestro Estado de Derecho funciona! Malo sería que el juez Garzón por ser quien es pudiese saltarse la ley impunemente.
Pedro David dice: “Además, debemos felicitarnos todos de que un juez tan importante como Garzón pueda sentarse en el banquillo de los acusados. ¡Esto significa que nuestro Estado de Derecho funciona! Malo sería que el juez Garzón por ser quien es pudiese saltarse la ley impunemente.”
Yo entiendo que lo malo es que se siente en el banquillo a un juez por cuestiones de forma al instruir un sumario y se salve del mismo a la acusación de lesa humanidad que se pretende investigar a petición de las víctimas. Yo me felicitaría si quien se sentara en el banquillo fueran estos acusados, de lo contrario es mi tristeza y desilusión la que prevalece. Aquí, bajo mi punto de vista, falla algo. Se le da importancia a la forma y nos olvidamos del fondo, del crimen, que es lo que se ha de perseguir desde la justicia. Cuando se ve a simple vista que un partido, que defendía al juez cuando atacó a su contrincante, ahora se enfrenta y lo descalifica porque le investiga a él, estamos ante un claro caso de cinismo político al que nos tienen acostumbrados estos señores. Pero cuando ese partido, en este caso el PP, ha demostrado su intencionalidad de politizar la justicia sobremanera, hace que esa justicia sea cuestionada y desacreditada.
La justicia tiene que asentarse sobre el sentido común, si no encaja en él, la gente que usa ese sentido, se encontrará desencantada y perderá su crédito. Es así de fácil. Lo malo es que para convivir en paz hace falta la justicia y eso es lo que se reclama con la investigación de los crímenes del régimen anterior, porque hoy eso debería estar superado y tendría que poder hablarse de ello sin sentirse nadie implicado, ya que todos somos demócratas convencidos y antidictadores de uno u otro lado. Yo creo que lo procedente, lo que el sentido común clama, es que, aparte de determinar si el juez actuó en forma o no, desde la propia justicia se le meta mano a un asunto que han denunciado los afectados por la represión franquista. Si no lo hace pensaremos que la justicia está al servicio de intereses del pasado y que mira hacia otro lado. El que el pueblo crea o no en la justicia está en manos de la propia justicia. Por sus actos los conoceréis y el pueblo español, por lo general, ya no es el tonto del barrio, sino que empieza a tener criterio y conocimiento para discernir adecuadamente.
No es de sentido común que todavía haya cadáveres en fosas comunes, en las cunetas, desde la guerra civil. No es de sentido común que, a los que lucharon por sus ideales republicanos, la democracia no les de la oportunidad de rehabilitar su nombre, si lucharon por los principios que defiende la propia democracia. No es de sentido común que tengan que iniciarse procesos de lesa humanidad desde Argentina para lavar nuestros trapos sucios en corral ajeno. No es de sentido común que existan en esta España nuestra, todavía, gente que defienda el régimen anterior y se consideren demócratas.
Por cierto, Pedro David, estoy de acuerdo en dejar de hablar en términos partidistas, pero nunca en términos de partidos, pues las ideologías son buenas para confrontar ideas, aunque malas cuando solo se piensa en los intereses del propio partido. Cuando se deja de hablar en términos de partido, de confrontar ideas, estamos en plan borrego, bajo el yugo del dictado del pastor salvapatrias.
Un saludo
No estamos ante una sociedad que ha agotado los recursos económicos, simplemente ha dejado de producirlos como venía haciéndolo porque el sistema ha colapsado. Durante unos años, la especulación económica ha obligado a multitud de personas a endeudarse con los bancos para poder pagar el derecho a tener una vivienda, un derecho fundamental, a precios abusivos, hipotecando su propia vida. La inmigración no ha causado nada de esto. Su actividad económica no ha sido especulativa, sino productiva. ¿No deberíamos centrar nuestros esfuerzos en controlar la especulación económica?
Hay cuatro millones de personas en paro en este país. El potencial de acción de todas esas personas es inmenso. Ese potencial no se está invirtiendo en movilizaciones, ni en inquietud transformadora, ni en búsqueda de alternativas. Solo en espera y derrotismo. ¿Qué haremos cuando los subsidios empiecen a agotarse? ¿Arremeter contra los garitos de inmigrantes porque nos están "quitando el trabajo"? ¿Qué hacen los sindicatos?
La historia se repite, el fascismo capta sus seguidores entre los desfavorecidos, ofreciendo un enemigo fácil de aplastar, colectivos vulnerables por ser minoritarios, ante la pasividad de una mayoría indolente.
No doy crédito. Afectuosa y tranquilamente, pero no doy crédito. Pedro David, eres siempre bienvenido al blog, participa libremente siempre que quieras. Si entras para participar significa que te gusta la diversidad y la asumes. Eso me permite decirte afectuosamente lo siguiente.
Comienzas diciendo que no te crees lo de derechas e izquierdas, o que no crees necesario establecer esas diferencias. No estoy de acuerdo contigo. Te aviso de que decir derechas o izquierdas no es levantar un muro sino tipificar cómo ves tu el mundo. ¿No crees que hay diferentes formas de ver el mundo? Creo que eso es innegable. Por tanto de alguna forma deberemos llamar a esas sensibilidades.
Y por otro lado, Pedro David, siempre cuando alguien dice que mejor no hablar de izquierdas y derechas me pongo a temblar: me pongo a temblar porque luego resulta que es de derechas. Si de verdad asumes lo que dices luego sobre el juez Garzón, chico, entonces eres de derechas.
Ahí está la difenrencia: a algunos os parece una gran noticia de la democracia que un juez que ha investigado los crímenes franquistas (el único) lo lleven a un tribunal. A otros eso nos parece una perversión espantosa. Menos mal que entre estos últimos están gentes de gran nivel y los principales editoriales internacionales. Ni que sea solamente para sentirnos en buena ccompañía.
Os dejo la postura de Amnistía Internacional sobre el procesamiento de Garzón:
"Amnistía Internacional considera insólito que el juez Garzón pueda ser juzgado por investigar las desapariciones de más de 100.000 personas ocurridas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista.
La “Ley de Amnistía de 1977” ha sido invocada para perseguir al único juez que ha intentado dar respuesta a víctimas de desaparición forzada y sus familias. Si este juicio se produce, será la primera vez en todo el mundo – al menos que tengamos constancia en Amnistía Internacional - que un magistrado, en democracia, es sentado en el banquillo por intentar conseguir verdad, justicia y reparación para las víctimas de crímenes internacionales. Además, enviará un mensaje tremendamente negativo a otros jueces que lo intenten, tanto en España como en el resto del mundo.
Las normas internacionales de derechos humanos dicen claramente que el crimen de desaparición forzada no prescribe y entorpecer su investigación es un delito, por tanto ninguna "Ley de Amnistía" puede contradecirlas."
Comparto la postura de Amnistía Internacional. ¿Qué está ocurriendo entonces?
Una parte del poder judicial comprometida con el antiguo régimen fascista intenta evitar evitar la investigación de desapariciones forzadas, lo que según las normas internacionales es un delito. Primera pregunta ¿Quién está prevaricando, el juez Garzón o aquellos que lo persiguen?
Segunda pregunta ¿Por qué ningún juez se ha atrevido anteriormente a realizar esta investigación? ¿En qué lugar habrían quedado el resto de sus compañeros si el juez Garzón hubiera llevado a buen término su trabajo? y digo su trabajo, porque los señores de la Audiencia Nacional también cobran un sueldo que pagamos todos los españoles. ¿Por qué hay que hablar de bien de los jueces y mal de los políticos?
Que cada cual se gane su prestigio cumpliendo con las funciones que tienen encomendadas y mostrando al menos un poco de vergüenza, como bien dices no hay que generalizar, no todos los jueces juraron lealtad al dictador y a los Principios del Movimiento.
Este es un blog, donde por principio se rebaten argumentos con otros argumentos.
Estimado pedro david, no sé si en anteriores entradas pudiste sentirte molesto por mi respuesta a tus preguntas. Para evitarlo esta vez, te invito ahora a responder a las mías.
Un análisis muy preciso, yo también estoy preocupada, es como una ola que se extiende por toda Europa.¿Podremos frenarla?
Bicos
Estoy totalmente de acuerdo con Amnistía Internacional.
Aunque no pueda detenerme en los muchos y buenos comentarios que hacen, me alegra que sigan aullando. Mucho hay para hacerlo. Y sólo se puede luchar de forma efectiva conociendo lo que nos pasa, incluyendo nuestra historia.
Europa no sólo está girando a la derecha -empezando por su racismo y xenofobia institucionalizado, así como por el giro judicial que está dando-: está poniendo a distancia algunos de sus ideales más valiosos, incluyendo aquel que erige el estado de derecho como algo más que una farsa -y lo de Garzón es eso: tomar formalmente la ley para hacer su uso perverso-.
En fin, somos muchos los que aullamos. Está por determinarse si a ese grito lo escuchan quienes están en este momento tomando estas decisiones terribles.
Un abrazo desde la selva,
Arturo
Siento no haber dado las gracias antes, pero he estado por una zona de nuestro país en la que la cobertura es muy complicada o sencillamente no existe.
Bueno, en general percibo una preocupación significativa por la evolución de la sociedad en Europa.
Algunos os habéis alejado un poco del tema central con otros planteamientos que pueden parecer extraños. Cada cual puede decir que lo que le parezca e incluso salirse del asunto.
En todo caso, gracias a todos por participar.
Yo estoy de acuerdo con vuestros comentarios, aunque se salgan un poco -tal como indicas de tu escrito-
Pero es muy fácil de desviarse, porque la contestación es dificil.Cuando parecía que lo habíamos visto todo en política, el triunfo de la coalición de derechas Alianza por Suecia sobre la socialdemocracia que “parió” el Estado de Bienestar nos devuelve a una realidad que creíamos finiquitada tras la Segunda Guerra Mundial. La extrema derecha regresa al poder en países con tradición cultural y de progreso a rebufo de la nueva derecha, como en aquella Alemania que recibió con los brazos abiertos la demasía nacionalsocialista antes de destaparse como barbarie nazi. No se trata de la irrupción de un fantasma en una mala coyuntura. Es peor. En Suecia la macroeconomía iba viento en popa.
No se el motivo, pero al final se cumple la Ley de Say (creo que se llama así): que la oferta crea su propia demanda.
Muy buen post.
Un abrazo.
Camino a Gaia, para nada me he sentido molesto con tus respuestas. Me gustan tus respuestas. Me estimulan. No te preocupes... Ya sé dónde me encuentro; es fácil darse cuenta de que es un blog hecho por gente de izquierda. Lo normal es encontrarme estos comentarios. ¡Sólo faltaría que ahora me tropezase a uno de izquierdas que no dijese tener miedo del avance de la derecha! Lo del miedo a la derecha es un lugar tan común que aburre, a mí me aburre mucho, supongo que será otro síntoma de que no soy de izquierdas... Pero..., ¿ves?, tampoco soy de derechas. No quiero que se me limite, y al no ser de izquierdas y juzgarme de derechas pues se me está limitando. ¡Es un rollo! Aburrídísimo. Aburren todos estos tópicos de la izquierda más rancia: Primero estar contra la Iglesia católica, segundo estar contra el imperio yanqui y tercero tener miedo a la derecha. Me parece que esta izquierda aún vive un poquito anclada en los años 30 del pasado siglo, ¿no? Ya digo: un rollo, o por lo menos a mí me lo parece.
¿Han visto la película de Martin Scorssese sobre Bob Dylan? Tremebunda. Toda la lucha de ese hombre siempre ha sido huir de los encasillamientos, escapar de esa cárcel de las ideologías políticos... Pues yo creo que Ustedes con su empeño de ver este mundo dividido en izquierdas y derechas empequeñecen a los hombres, hacen a los hombres menos libres, los esclavizan.
Yo creo que hoy en día se puede tratar de asuntos económicos sin tener que ser de izquierdas y no por eso ser de derechas.
¿Estar interesado en que la inflación no suba es propio de un hombre de izquierdas o de uno de derechas?
POdemos ponernos a discutir sobre si cabe otra Justicia. ¿Qué tal una Justicia en la que los jueces considerasen la bondad de los justiciables, sus aportaciones a causas benéficas, etc? A mí me parecería bien esta Justicia; sería una Justicia muy humana. Pero creo que por ahora con los medios que la Administración de Justicia tiene esto va a ser difícil que se consiga. Pues esta Justicia inhumana es la que se nos aplica a todos (seamos buenos o seamos malos, sin diferencia de sexo, ni de raza, ni por supuesto de ideas políticas). Al juez Garzón también se le aplica. Me parece normal. Si no se le aplicase, ¿qué pasaría?
Un saludo afectuoso a todos.
Hola Pedro David. Me encantan tus preguntas. Cuando se profundiza en su sesgo tendencioso se llega a conclusiones sorprendentes.
"Al juez Garzón también se le aplica(la justicia se supone). Me parece normal. Si no se le aplicase, ¿qué pasaría?"
Supongo que te refieres a lo que pasaría, si al juez Garzón(que por cierto, también representa a la justicia y su obligación como juez es esclarecer la verdad e investigar los crímenes) se le permitiese investigar las desapariciones forzadas de varios miles de personas.
Haremos pues, un ejercicio de imaginación.
Son las tres de la mañana. Alguien llama a tu puerta. Allanan tu casa y se llevan a tu padre, tu hermano o tu hermana. Nunca vuelve. Ha desaparecido. Solo sabes que los falangistas se ufanan de haberles dado el "paseillo". Pero no se puede hacer nada. Los jueces no hacen nada. Ni siquiera las leyes franquistas permiten estos asesinatos. Pero no hay cadáver. Si insistes, puede ocurrir que tu mismo o alguien de tu familia, corra la misma suerte. Multiplica por cien mil lo que ha pasado.
Pero la pregunta era ¿que pasaría si esos crímenes se investigaran?
Sería bueno preguntarse antes ¿quienes eran entonces los jueces?.
"¡Pero si formaron parte del TOP [Tribunal de Orden Público] hasta el año 76! ¡Fueron cómplices hasta el último día de las torturas de la Brigada Político Social que muchos de los que están aquí han sufrido (...). Y ahora se han puesto en manos de Falange. ¡Me produce bochorno!" Son las palabras del ex fiscal Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo.
Pasaría Pedro David, que buena parte de sus señorías quedarían en evidencia y no sé hasta qué punto podrían resultar encausadas. El juez Garzón es uno de los pocos jueces que no está vinculado por tradición familiar a la judicatura y su carrera judicial comenzó en 1981. Tampoco está obligado por ningún juramento de lealtad a la dictadura ni a los principios del movimiento fascista. La motivación de esta persecución no es la envidia, ni el pretendido celo e interés en la justicia y mucho menos la justa indignación de un colectivo de jueces ante un delito de prevaricación. Es puro y simple instinto de supervivencia. Por eso será condenado, pase lo que pase y caiga quién caiga. Es el problema de tener una mayoría de jueces, en el mas alto tribunal, vinculados en mayor o menor medida con la extrema derecha.
¡Ah! Te he expuesto el caso de forma dramatizada para mitigar tu aburrimiento.
Txema,
No he podido comentar antes tu entrada por falta de tranquilidad, no porque tu entrada me intranquilizara, pues el horizonte no lo presentas muy optimista, dirás que eso es lo que ven tus ojos, yo pienso que vemos la botella medio vacía o medio llena.
El ser humano no se diferencia del de hace 3.000 años, tiene los mismos límites emocionales aunque sus conocimientos técnicos sean mas elaborados. La diferencia está en que lo que pasa al otro extremo del mundo se nos hace propio. Ello nos permite actuar en ayudar cuando algo no va bien más allá de nuestras fronteras, pero también crea imágenes idealizadas que no responden a la realidad.
Las cualidades del ser humano en general son sorprendentes, imaginativo para crear, construir, investigar, reflexionar, pero también para destruir, ambicionar, imponer sobre los demás sus ideas. Somos el bien y el mal, necesarios para el equilibrio del andar al que nos llevan los instintos.
Los intereses humanos son muy diversos, es por ello que se crearon leyes y sistemas sociales, para poder convivir equilibradamente, que no en paz. Somos presas y depredadores a la vez, esa lucha nos impulsa a desarrollar estrategias de defensa y ataque, y de ello se beneficia la evolución humana o animal.
No voy a negar que en alguna medida esté pasando parte de lo que dices, pero también vivimos la época en la que hay mayores organizaciones y grupos de individuos que trabajan por una vida más justa y ello repercute en una mayor conciencia humana. No me vale echar la culpa a los que nos dirigen, pues la historia nos demuestra que un sólo hombre puede movilizar la oposición necesaria en un grupo hacia los opresores de sus vidas.
Últimamente en éste blog, más que ser un grito de lobos parece ser un grito de terror, entre las imágenes forenses de los toros del anterior post y la amenaza “hitleriana” de la derecha que nos presentas. No quiero participar de ningún miedo que vea al otro como un enemigo, aunque piense diferente a mi.
Un saludo de un amigo.
Pedro David, una puntualización: yo no alerto contra el "avance" de la derecha.
Advierto contra el avance del fascismo y la extrema derecha, que es bien distinto.
Un saludo
Jordi:
Yo si veo a los hitlerianos como mis enemigos. Siento que parezca que aterrorizo pero es mi impresión del avance de posiciones extremas frente a la pasividad general.
saludos
Publicar un comentario