Ya no pongo CNN+…

>> 18/1/11



En esta entrada, que ya la tenía escrita cuando apareció la entrada anterior de Grito de lobos hablando de Piñera y sus andanzas, quiero hacer notar el dardo que lanza Ramón desnudando la desvergüenza de muchos políticos que se dedican a prometer un programa y luego hacen el programa oculto que les pautan sus señores. Alerta deberíamos estar antes los políticos empresarios, ante los que hacen de correa de transmisión del capital, ante los que dice una cosa y luego tienen un programa oculto, ante aquellos que son apoyados por las multinacionales y el mundo empresarial, por sus medios de comunicación para defender sus intereses espurios, que denostan al adversario hasta llevarnos a pensar lo malo que es y lo necesidad de buscar alternativas aunque sea la suya vacía… Ellos quieren gestionar el estado como una empresa, sin considerar su función social, su implicación con la ciudadanía y la soberanía que esta tiene. Lo malo es que andan creando opinión sobre esa conveniencia y la incompetencia de los políticos para gestionar ese estado, por lo que ellos se presentan, con sus principios, como alternativa válida. El gran problema es que tienen a su servicio el mundo de la comunicación, de la televisión y otros medios…

Veo poco la tele, pero cuando lo hago suelo hacer zapping hasta descubrir si hay algo interesante, que no me coma el coco o que me lleve a la idiocia inducida de la caja tonta. Parece que no nos damos cuenta de la incidencia que tiene la tele en la creación de opinión; pero no solo de opinión, pues de ella se desprenden otras cosas, como la actitud y la forma o modelo de pensar y afrontar las cosas. Como tiene una función de espejo social, acabamos asumiendo las conductas que se presentan como algo normal y asumibles desde nuestra perspectiva.

Hay programas a los que yo califico de idiotizantes por excelencia, como son, los reality show, determinadas tertulias, los programas del corazón, etc. que pretenden liberarnos de nuestras propias vergüenzas mediante el comparativo. Al mirarme a ese espejo encuentro que salgo favorecido (el grosero sujeto de gran hermano es un impresentable, algo que yo no soy, y sin embargo aparece en la tele sin censura o tapujo; el techo me lo ha puesto bajito y no debo preocuparme ni esforzarme por mejorar). Por otro lado está la necesidad del cotilleo, esa especie de vicio social del ser humano que le lleva a andar proyectándose en los demás, metiendo las narices en la vida ajena, cuando no es capaz de ordenar la suya, buscando la satisfacción al descubrir las deficiencias de los demás que refuerzan su propio ego.


Pero existe otra variable significativa. La soledad en compañía que tanto pulula por nuestra sociedad y en el propio interior de nuestras familias, hace que busquemos, con avidez y buena disposición, un contacto con el mundo exterior que no nos traumatice, que nos permita controlar la situación relacional sin las controversias que suelen generar las relaciones humanas con agentes externos al grupo, que nos llene el inmenso vacío que nos atenaza. Entonces aparece la tele, esa ventana al mundo que nos hace ver cómo son las cosas fuera y, por ende, como debemos actuar ante ellas. Nuestro propio debate, el entramado del hilo argumental, la forma y estructura del mismo, acaban atrapados en la Tv mediante la proyección e identificación con determinados agentes o modelos que nos muestran, bien de alto nivel, bien de la mediocridad presentada como normalidad. Es más fácil y gratificante ver a la Belén Esteban diciendo sandeces que son inteligibles, criticables y con cierto patético gracejo, que a un Punset entrevistando a un científico que presenta el resultado de un trabajo intenso de investigación y que nos abre la mente al conocimiento de campos importantes de la ciencia. Eso cuesta más, pues no tenemos base para comprenderlo y acabamos sintiéndonos inferiores y destrozando nuestro ego. Por tanto vamos a ver a la otra y no nos planteamos ver ese Punset que nos crea dudas, nos minimiza y nos enfrenta a nuestras limitaciones. Nuestro espíritu de superación queda neutralizado.

La televisión tiene dos formas claras de captar nuestra atención. Una es tratarnos como niños y atraparnos en la distracción con nimiedades y otra es tratarnos como adultos y ofrecernos programas críticos, cargados de contenido argumental que nos haga conocer y desarrollar nuestra mente. Según como seamos responderemos a una u otra demanda. Por desgracia suele tener más espectadores infantiloides que maduros. Si a esto añadimos que la tele tiene varias funciones, de las que resalto la de ganar dinero según el ratio de espectadores que tiene, mediante la publicidad, y la de formar y crear opinión, concluiremos que prevalece la primera sin importar demasiado lo repercusión en el comportamiento social que estamos desarrollando o potenciando.

Se ha potenciado un modelo de tertulias donde el debate se presenta como una forma de confrontación resistente a la argumentación lógico del contrario. Donde el tertuliano pasa a ser “tontuliano”, pues su cerrada mente no permite ni una idea nueva que vayan en contra de su considerando, aunque ello sea evidente. Las formas agresivas, resistentes, irrespetuosas, descalificadoras y muchas veces insultantes, siembran un modelo de debate destructivo y confrontador que no ayuda en nada a entenderse el personal, al encuentro y a la sinergia que lleva al acercamiento y la puesta en común, que son los garantes de una buena convivencia.

Por otro lado está la intencionalidad u objetivos que pretenda el dueño del cotarro, es decir el amo de la emisora. Sabedor de que es un instrumento importantísimo de manipulación e influencia social, ¿a quién se le escapa que una emisora puede arrimar el ascua a la sardina de su amo, a validar sus intereses, conductas y liderazgo? El caso Berlusconi es un claro ejemplo de ello. Cuesta creer que un pueblo pueda votar a un sujeto de semejante catadura sin cuestionar sus actos, su moralidad, ética, valores y principios, salvo que esté alienados por sus medios de comunicación. Hay otro tipo de elementos, como puede ser Murdoch, que sostiene un imperio informativo, que le da más poder sobre las masas que cualquier otro, y pone al servicio de los intereses de su gente. La influencia de estos medios es la mejor garantía de poder sobre las masas que se puede tener.

Podríamos seguir hablando del asunto interminablemente, hay matices y elementos de análisis sobrados para ello, pero concluyo con mi pesar por el destino dado a CNN+. Me choca ver Gran Hermano en las pantallas donde antes estaba Iñaki Gabilondo, los informativos ecuánimes, los debates sosegados y los comentaristas objetivos… al menos bajo mi criterio.

Cada vez nos quedan menos medios en los que confiar, menos aliados defensores de la libertad de prensa, al usarla ellos en su propio beneficio informativo. Cada vez nos quieren comer más el coco. Fuerzas ocultas dominan los medios, pagan y exigen a los profesionales conductas asociadas a sus pretensiones… Sospecho que estas, las pretensiones, son descalificar y corromper a la política y sus políticos, de embrutecer a la gente y hacer de pastor del rebaño, de autoridad moral ética y de guía para el observador hasta llevarlo a su redil. Está claro que el neoliberalismo quiere romper ataduras, condicionantes y normas que le sometan desde el Estado. Es más, pretende ser el agente dominante del sistema, obviando reglas de contrato y compromiso social que no sea el libre mercado, para ello quieren, y lo conseguirán si no ponemos coto, dominar los medios de comunicación y orientarlos a su servicio. Difícil nos lo fían, pero aún así, solo nos queda como alternativa la actitud crítica, la mente abierta y analítica que nos haga más maduros y exigentes para no caer en sus redes. El mundo del blog puede ser un refugio y un baluarte para gritar y rechazar su juego… ¿Nos dejarán crecer?


23 comentaris:

emejota 18 enero, 2011  

Ya sabes que no puedo sino estar absolutamente de acuerdo, lo cual, a estas alturas, pues eso, es obvio. De modo que diré que me gustan los programas culturales tipo Redes, sobre todo las de hace muchos años cuando se emitían entre la 1 y las 2 de la madrugada y marcaron mi curiosidad hacia la ciencia, la biología y los nuevos descubrimientos de la actualidad. En la actualidad incluyo el programa 3,14; algún otro sobre literatura y publicaciones, todos los españoles viajeros que anden repartidos por el mundo y alguna que otra película o reportaje interesante. Lo normal de tantos adultos mayores medianamente razonables. Un fuerte abrazo.

alma 19 enero, 2011  

Yo no veo la tele. Mi hijo de cinco años la tiene secuestrada y el poder es para Bob Esponja y Tom y Jerry en horario infantil y para los documentales "productivos"(osea aprender a hacer cosas tipo bricomanía pero del discovery channel que hacen de todo, un tostón que te mueres) que tanto le gustan a mi santo en horario normal. Asique la tele para ellos y el pc para mi y aquí ya veo yo lo que quiera.

A ver durante cuánto tiempo sigue siendo asi, sigue Internet siendo lo que es ahora un espacio casi libre...no creo que dure mucho.

Un abrazo grande, Antonio

Camino a Gaia 19 enero, 2011  

Excelente post, yo añadiría algo sobre la televisión. Saben los cetreros y quienes conocen sus reglas, que para inmovilizar al animal es suficiente cubrir sus ojos. Dicen que se debe a que, al igual que en el ser humano, la mayor parte de la información que llega al cerebro es visual.
El poder de la televisión se basa en ese principio, con el agravante de que la información puede llegar directamente al inconsciente, sin pasar por el tamiz crítico del raciocinio.
Pueden influir así sobre nuestros deseos, y si cambian nuestros deseos, pueden abrir la puerta de la jaula porque seguiremos dentro y tan a gusto.
Eso es lo que he visto en la pequeña tira de comic que has incluido.
Un abrazo

Txema 19 enero, 2011  

Veo la televisión de pascuas a ramos. Como ya dije a Carmen (Ciberculturalia) en su día, lo siento por los trabajadores que se han quedado en desempleo.

saludos

m.eugènia creus-piqué 19 enero, 2011  

Sobre la tele casi mejor ni hablar, ya sabeis que tengo mucho tiempo y realmente es insoportable, aquí en Catalunya tenemos la suerte de tener un buen programa matinal de cinco horas que se llama "Els Matins" con Josep Cuní, programa que sigo y me gusta, Redes me encanta y luego ya me paso al canal satélite digital a ver series de Fox o Axn o....para distraerme un rato.Un abrazo.

Lansky 19 enero, 2011  

Yo tampoco. Va a ser cierto que 'cien mil millones de moscas no pueden equivocarse, ¡come mierda!'

Darío 19 enero, 2011  

Ya lo dijo Menem una vez: "si decía lo que iba a hacer nadie me votaba", y ese es el paradigma del político patético.
Y la televisió, bueno, se comporta de una forma tan atroz! Los programas que educan, son islas invisibles. Lo demás es puro servilismo.

Anónimo,  19 enero, 2011  

Con apagarla estaría todo hecho o con no poner esos canales donde dan porquería tras porquería, financiada por los que la ven. Por mucho poder que tengan los monopolios, en este caso concreto la culpa no es del cerdo, sino de quien le da de comer.

Saludos.

Eastriver 19 enero, 2011  

Ayer di con una noticia que no puedo decir que me sorprendiera, porque ya de telecinco no me sorprende nada, pero sí que me pareció emblemática de cómo están las cosas. La cadena amiga trajo a una invitada dómina con su esclavo, y a medio programa (creo que en el del sabado por la noche) el esclavo reventó la exclusiva diciendo que en realidad él no era esclavo sino... maltratador. Efectivamente, un chico con antecedentes por malos tratos a su compañera. La dómina se excusó diciendo que ninguno de sus esclavos había querido asistir (vaya birria de esclavos, o vaya birria de dómina, jaja) y entonces tuvieron que localizar uno en las páginas del periódico. Parece chiste y seguramente lo es. El chiste en que se ha convertido nuestro mundo.

Es que hay extremos, caramba. Yo puedo entender que a cierto público una entrevista de Punset a un físico cuántico le suena a chino. Pero los programadores, que al final resulta que es algo tan vago pero tan nocivo como eso que llaman los mercados, podrían proponer otro tipo de entretenimieno más educativo. Digamos, no obstante, que ya desde Lope, o mejor, antes, el tema del instruir divirtiendo está de actualidad. Lope fue quien dijo, con esa chulería madrileña, aquello de que "si las paga el vulgo es justo hablarle en necio para darle gusto". Ojalá hablar en necio significara lo mismo para los programadores actuales que para Lope, otro gallo nos cantara.

Antonio, un placer leerte siempre. Ameno, distendido y enormemente claro.

Eastriver 19 enero, 2011  

Ayer, por cierto, hablaba Gemma Nierga de El Roto en su programa de tarde. Y dijo algo que me parece exacto. Definió a El Roto como una puñalada. Yo lo entendí y creo que tenía razón. Donde otros son discursivos y enormemente irónicos, el Roto te desarma y te alcanza.

RGAlmazán 19 enero, 2011  

La blogosfera tiene muchas limitaciones y una pegada pequeña. Y desde luego, ten por seguro de que si algún día termina siendo una contestación importante al poder establecido nos pondrán obstáculos. De hecho, ya lo están empezando a hacer.
Yo veo televisión, aunque no mucha. Selecciono, no la veo al azar, busco y si puedo, encuentro. Y desde luego a veces la apago por no encontrar nada apetecible.
Y aunque parezca mentira, la TDT con sus decenas de cadenas no ha traído nada nuevo que valga la pena, es más de lo mismo.
En fin, una pena que un medio que podría ser fundamental para educar, instruir y facilitar la crítica esté absolutamente denostado y se utilice para conseguir más dinero.
Por eso, Punset sólo puede estar en la cadena que no le importa la audiencia, y por eso ha sido sustituida CNN+ por Gran Hermano, ¡Qué asco!
Me quedo con la radio.

Salud y República

Antonio 19 enero, 2011  

Amiga emejota, creo que andamos por los mismos gustos en este aspecto. Sinceramente la Tv cada día me atrae menos, salvo en programas muy determinados.
Un abrazo afectuoso

Antonio 19 enero, 2011  

Almalaire, creo que esta gente, me refiero a los que buscan el poder y los negocios, a los que no están por el desarrollo de la sociedad de forma libre sino en función de sus intereses, intentarán controlar todo lo que les vaya mal a ellos, incluido internet. Claro que nosotros, los internautas, supongo que lucharemos por mantener este rincón de libertad, aunque el servidor es, al fin y al cabo, el que controla la cuestión.
Un abrazo y eso del Bob Esponja le chilla a mi nieto de tres años

Antonio 19 enero, 2011  

Gracias, Camino a Gaia, por la excelente ampliación e información de tu comentario. Ellos tienen a su servicio a grandes mentes pensantes, psicólogos, analistas, ingenieros, etc. que se venden al postor de su trabajo, pero como bien dices, la jaula se puede abrir y seguir preso dentro aunque esté fuera…
Un abrazo

Antonio 19 enero, 2011  

Veo, amigo Txema, que huyes o evitas la tele, lo que puede ser un buen ejercicio de salud mental, aunque hay programas que son bastante interesantes, si bien escasos.
Saludos

Antonio 19 enero, 2011  

Geni, yo suelo ver, a veces, el canal Historia, pero por las mañanas suelo ver los desayunos de la uno, mientras desayuno, y nada más. Ya me desconecto de ella hasta ver, si no tengo nada mejor que hacer, el telediario. Ocasionalmente y por la noche veo alguna película de esos canales que tu refieres, como Fox o Axn…
Un abrazo

Antonio 19 enero, 2011  

Amigo Lansky, no acierto a interpretar correctamente tu comentario. O tal vez el problema sea que no quiero ser mosca…
Saludos

Antonio 19 enero, 2011  

Qué razón tienes, Curiyú. Una de las cosas que más ,¡me preocupa a mí es el programa oculto del PP que espera el desgaste de nuestro gobierno en España y no suelta prenda de lo que piensa hacer… Si la gente supiera, aunque ya se intuye, sus pretensiones, posiblemente, no lo votarían tanto.
Los programas de la tele acaban convirtiendo al bucólico pastor en oveja, como muestra el comic que colgué…
Saludos

Antonio 19 enero, 2011  

El problema, Ataulfa, bajo mi punto de vista es que quien le da de comer al cerdo y el propio cerdo acaban fusionando sus intereses. Al fin y al cabo de eso se trata de hacer borregos que engorden y den carne y lana sin rechistar…
Saludos

Antonio 19 enero, 2011  

Ramón, hay algunas cadenas a las que les tengo casi el veto echado, una de ellas es Tele 5, la otra es Intereconomía… Me suelen poner malo, de los nervios, y no respeto a quien creo que me toma por imbécil. A veces he aguantado hasta ver a dónde llagan en sus aberraciones argumentales y en su machaqueo continuo sobre lo de siempre… No puedo con los “tontulianos” de esas cadenas y algunas otras…
Me retiro para preservar mi integridad mental de esos histriónicos mesiánicos e iluminados…
Comparto esa observación sobre El Roto.
Un abrazo

Antonio 19 enero, 2011  

Rafa, totalmente de acuerdo. La globosfera es limitada y, tal vez, por eso la tienen como un campo de ensayo para los sujetos como nosotros, cuando vean que tenemos más trascendencia de la permitida por sus intereses acabarán bloqueando el sistema. Amén de que nos tengan controlados, por decir algo…
El problema de la tele, para mí, es que han creado y siguen la cultura del interés económico e ideológico del dueño y su grupo. Creo que se han olvidado de otras muchas facetas que pueden ser muy importantes, en las que la tele puede involucrarse para el desarrollo, la educación , información y formación del ciudadano. Una vez más se le escapa al Estado el control de determinadas conductas nocivas para la sociedad, al albor de la libertad de prensa y expresión. La libertad pierde su esencia cuando no cabalga sobre la responsabilidad…
Un saludo

Ciberculturalia 20 enero, 2011  

Antonio, como siempre tus entradas son profundas y llenas de notas que nos incitan a la reflexión. Me gusta leerte.
Tengo una rabia siempre contenida contra la televisión. No contra el medio, sino contra los contenidos que nos ofrecen.
La mayoría de las cadenas de la TDT son, por decirlo suavemente y acorde con la nueva y restrictiva ley del tabaco, "infumables". Ni el mayor de los viciosos fumadores, creo que pueda aguantarlas. Sin una pizca de sensibilidad, y ya ni decir de cultura.
Claro que hay excepciones, y a esas nos agarramos.
Creo que una de ellas era sin lugar a dudas CNN+. De ahí mi rabia y mi tristeza. Una pena.

Besos Antonio

Antonio 21 enero, 2011  

Gracias, Carmen, por tus amables palabras.
Creo, como tú, que el medio no es lo reprobable, sino el uso que se hace del mismo. La Tv es un medio que bien utilizado podría ser un excelente vehículo para el desarrollo personal y la bondad de una sociedad futura. Pero son los intereses del grupo dominante que ostenta el poder sobre ella, los que prevalecen. Ahora ando pensando que habría que establecer unos criterios y normas funcionales para que estos desaprensivos no hicieran de su capa un sayo y utilizaran tanta influencia para su interés personal. El bien social debería sobreponerse a estas técnicas que siembran la mediocridad y no confundir libertad de expresión con abuso de poder desde el medio…
Un abrazo

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